Si usted hace su cama inmediatamente después de levantarse, las apretadas sábanas atraparán millones de ácaros del polvo que viven en su cama, alimentándose de las células muertas de la piel y el sudor, lo que potencialmente contribuirá a posibles problemas de asma y alergias. Una cama sin hacer y extendida, sin embargo, expone a las criaturas al aire fresco y a la luz y ayudará a deshidratarlas y acabar con ellas.
El Dr. Stephen Pretlove de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Kingston ofrece una explicación sencilla. Si hace su cama inmediatamente después de despertar, está atrapando el calor de su cuerpo, las células de su piel, y lo más importante, su sudor, por toda la cama. Pero dejando la cama deshecha expone las sábanas al aire y a la luz, secándose y, por tanto, agotando la forma vida de los ácaros.
Cuando dormimos, sudamos. La persona promedio puede sudar hasta un litro de fluido por noche. Esto crea un caldo de cultivo ideal para los ácaros.
¿Cuál es la razón tras este consejo? Frenar el número de ácaros del polvo que viven en su cama.
Los científicos estiman que podría haber hasta de 1,5 millones de ácaros del polvo viviendo en el lecho promedio, alimentándose de nuestras células de piel viejas que derramamos en nuestras sábanas mientras dormimos.
Lo que plantea problemas para los seres humanos no es tanto la existencia de estos ácaros, si no más bien, lo que dejan atrás. Sus excreciones pueden generar alergia al polvo y causar ataques de asma por inhalación.
Carolyn Forte, directora del laboratorio de limpieza en el Instituto Good Housekeeping, dijo que sería conveniente que al levantarse de su cama, dejarla sin hacer por algún tiempo durante la mañana para que las sábanas tengan la oportunidad de secarse de lo que ha dejado durante la noche.
A medida que duerme durante la noche, deja sudor y escamas de la piel sobre las sábanas – lo que proporciona una verdadera fiesta para los ácaros del polvo de nuestra cama.
Forte dijo que hacer la cama después de tomar su desayuno y dejarla lista para el día siguiente es una buena costumbre. Además, hay que lavar las sábanas cada una o dos semanas – sin olvidarse de las fundas de almohada.
“Sabemos que los ácaros sólo pueden sobrevivir mediante la ingestión de agua de la atmósfera al utilizar unas glándulas pequeñas que tienen en el exterior de su cuerpo”, dijo el Dr. Stephen Pretlove de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Kingston.
“Algo tan simple como dejar una cama sin hacer durante el día puede eliminar la humedad de las sábanas y el colchón para que los ácaros se deshidraten y finalmente mueran”, añadió.
Así que sí, los expertos han recomendado dejar su cama sin hacer durante todo el día – dejando esta tarea para cuando se llega a casa por la noche.
Después de la exposición de un día al aire fresco y a la luz, muchos de los ácaros del polvo de su cama habrán muerto, haciendo que respire un poco mejor. Además es toda una excusa científica de por qué usted no ha hecho su cama.
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