La mayoría de los padres insisten en que sus hijos no pasen el exceso de tiempo mirando smartphones o iPads o portátiles. Sin embargo, parecen estar en negación sobre su uso excesivo de estos aparatos. Los niños de hoy en día son muy conscientes de que sus padres son muy aficionados a los teléfonos inteligentes. Naturalmente, siguen el ejemplo y también se enganchan a los dispositivos móviles.
De hecho, un estudio publicado en el International Journal of Psychology estableció que, de ambos padres, la adicción a los teléfonos inteligentes entre las madres puede tener un gran impacto en los niños, especialmente durante la infancia. Se informó que las madres distraídas que usaban teléfonos móviles en exceso podían retrasar el desarrollo y la regulación de la inteligencia emocional de sus hijos.
Efectos de la adicción a smartphones de los padres en los niños
Hoy en día, las familias que no tienen al menos un teléfono inteligente se han convertido en una rareza. Varios estudios han reportado que los niños criados por padres adictos al teléfono celular se sienten poco amados e inseguros. El uso excesivo del teléfono móvil ha causado un aumento de la ansiedad social y el miedo a perderse entre los adultos. Cuando son criados por padres con tales problemas, los niños tendrán dificultades para crecer.
La crianza de los hijos es un trabajo práctico y se ha comprobado que las interacciones receptivas cara a cara entre padres e hijos son de suma importancia en el desarrollo de las habilidades lingüísticas, cognitivas y de autorregulación durante la primera infancia.
El hecho de ser criados por los padres, especialmente las madres, que están pegadas a sus dispositivos móviles, dejará a los bebés ansiosos de amor y atención, que son fundamentales para su crecimiento. Estudios previos también han resaltado cómo la falta de disponibilidad física y emocional de una madre afecta negativamente el desarrollo de las habilidades sociales en un bebé.
El estudio
De acuerdo con el análisis del estudio, el retiro y la falta de respuesta de los padres pueden tener consecuencias negativas para el desarrollo socio-emocional de los bebés. Los resultados de la corriente también sugieren que un mayor uso del móvil por parte materna se asocia a un menor afecto positivo, a un menor compromiso con la madre y a una menor exploración del espacio para el bebé en crecimiento.
El estudio incluyó a 50 bebés, 25 niños y 25 niñas, de entre 7 y 23 meses de edad, junto con sus madres. Todos los bebés nacieron dentro de las dos semanas siguientes a la fecha prevista de parto sin mayores complicaciones de salud y tenían un peso normal al nacer.
Los investigadores llevaron a cabo una versión modificada del experimento Still-Face Paradigm (SFP) para el estudio actual, en el que la madre se ponía frente a su bebé y se le pedía que mantuviera una «cara quieta», sin reaccionar a sus comportamientos. Se observaron las reacciones del bebé. Consistió en tres fases:
- Fase de juego libre: Donde la madre y el bebé interactuaron naturalmente durante 5 minutos.
- Fase de reposo: Aquí la madre ignoró al bebé y permaneció pegada a su teléfono móvil durante 2 minutos.
- Una fase de reunión: En la fase final, la madre reanudó las interacciones con su bebé y lo hizo durante 1 minuto.
Resultados significativos del estudio
Las siguientes revelaciones fueron hechas del estudio:
- Los lactantes se vieron afectados negativamente en la fase de reposo.
- Incluso mostraron un menor nivel de interacción con la madre tanto en las fases de juego libre como de reunión.
Los resultados indican que los bebés criados por madres con mayor uso del teléfono móvil tuvieron una interacción deficiente con los padres. Por lo tanto, la crianza distraída puede tener consecuencias de largo alcance en el desarrollo social y emocional de los bebés. Se debe hacer que los niños se sientan seguros y reconocidos. Privarles de la atención que necesitan puede dejarles cicatrices de por vida.