La adicción al azúcar no es una broma – hay evidencia científica convincente de que la adicción al azúcar refinado puede ser tan grave como la adicción a drogas “duras” como la heroína o la cocaína.
La dependencia de azúcar y los componentes de la adicción se ha observado en modelos animales – atracones, el retiro, el deseo, y la sensibilización cruzada – están todos presentes en relación con el consumo excesivo de azúcar.
Aunque muchas personas podrían descartar la idea de que el azúcar pueda ser una sustancia adictiva, los impactos negativos de una relación poco saludable con la comida, especialmente con alimentos azucarados, pueden ser graves – incluyendo obesidad y diabetes tipo 2, por no hablar de la posibilidad de complicar afecciones existentes, como el síndrome del intestino irritable.
Es fácil ver que la reducción del consumo de azúcar es lo más inteligente que podemos hacer – pero eso no quiere decir que sea lo más fácil.
Afortunadamente, hay muchas herramientas naturales que tenemos a nuestra disposición cuando se trata de acabar con nuestro hábito de azúcar.
El aceite de menta es sólo una de estas herramientas naturales – cuando se usa externamente, cuenta con todo tipo de beneficios, algunos de los cuales pueden incluir ayudar a superar esa dependencia del azúcar.
Los efectos del aceite de menta
Dejar el azúcar puede dejarle con algunos síntomas, desde debilidad a los antojos hasta indigestión cuando su cuerpo se ajusta a una nueva dieta.
Se ha demostrado que el aceite de menta hace que la gente se sienta más fuerte y más “bien”, lo que mejora el rendimiento deportivo de forma significativa en los ensayos clínicos – un efecto que también puede beneficiar a cualquier persona que está luchando para superar los efectos de una dependencia de sustancias.
El aceite de menta tiene un efecto sobre la presión arterial, la frecuencia cardíaca e incluso en los tiempos de reacción respecto al sonido e imágenes – todo lo cual se puede sentir “off” cuando se está dejando un alimento del que ha dependido tu energía.
Luego está el efecto que cambiar su dieta puede tener en su estómago. Dejar el azúcar puede causar algo más que antojos – cualquier cambio brusco en la dieta puede tener un impacto en la digestión y hacer que se sienta peor.
Afortunadamente, el aceite de menta también puede ayudar con eso, pues éste incluso se utiliza para ayudar a tratar la indigestión y el dolor de estómago en personas con síndrome de intestino irritable.
Cómo utilizar el aceite de menta
El aceite de menta es un aceite esencial que nunca debe ser ingerido – en su lugar, se utiliza por vía tópica. Para utilizar el aceite de menta para tratar el ansia de azúcar, la indigestión y otros síntomas físicos relacionados con la abstinencia de azúcar, basta con seguir estos pasos:
- Aplicar gotas de aceite de menta en las sienes y en la parte interna de las muñecas.
- Repita esto cada mañana y cada tarde.
- Inhale el aceite de menta directamente usando un difusor.
Puede encontrar difusores de aceites esenciales en las farmacias, y el aceite de menta está fácilmente disponible en farmacias o tiendas de alimentos saludables.