30 afirmaciones positivas para niños aprobadas por los expertos

Afirmaciones positivas para niños: introducción

Cuando pensamos en visualizar y manifestar lo que deseamos, una de las herramientas más simples y poderosas a nuestra disposición es la todopoderosa afirmación. Repetir afirmaciones positivas y rápidas a nosotros mismos puede ayudar mucho a aumentar los sentimientos generales de positividad. Cuando se trata de niños, se aplican las mismas reglas.

Aquí está cómo y por qué introducir afirmaciones a sus hijos, y 30 mantras positivos para que lo intenten.

¿Qué son las afirmaciones positivas?

Si no estás familiarizado, decir afirmaciones es una herramienta de pensamiento positivo en la que repites declaraciones positivas sobre ti mismo o tu experiencia.

La idea es empezar a tener una mentalidad en la que puedas captar los pensamientos negativos que están sucediendo y enfrentarlos con los positivos. Con el tiempo, comenzarás a creer todas las cosas buenas que dices sobre ti mismo y las plasmarás en tiempo real.

¿Por qué un niño podría querer usar afirmaciones?

Para los niños, las afirmaciones pueden ser tan útiles como para los adultos. El desarrollo social y los desafíos en la escuela son difíciles para un niño, por lo que es importante que aprendan a combatir los pensamientos negativos sobre sí mismos.

La psicoterapeuta Annette Núñez, nos dice: «Si podemos enseñar a un niño cómo empezar a pensar positivamente a una edad temprana, cambia la forma en que los niños ven su mundo y también ayuda con su diálogo interior. Si no trabajamos en eso desde una edad temprana, empezamos a pensar negativamente».

Y como la autora y experta en salud mental Aline Milfort agrega: «Las afirmaciones positivas para niños proveen confianza y conducen a la motivación. También le enseñan al niño cómo implementar esas afirmaciones cuando algo negativo sucede, incluso cuando sus padres no están cerca«.

Cómo usarlas

Para empezar a usar las afirmaciones con su hijo, Núñez dice que las tarjetas de afirmación pueden ser efectivas. Juntos, podrían hacer sus propias tarjetas después de hacer una lluvia de ideas sobre algunas afirmaciones que se sienten útiles y relevantes.

«Cuando las presento, tengo un mazo y ellos escogen una carta, y nos enfocamos en esa carta durante un día«, explica. «Por ejemplo, creo en mí misma. Procesamos lo que eso significa, y ese será nuestro mantra para hoy«.

Milfort recomienda practicar las afirmaciones frente al espejo, señalando «lo que empiecen a repetir, empezarán a creer y a ver«.

Puede recordar a su hijo su afirmación colocando la tarjeta en la nevera o en su habitación, y señalándolo si lo sorprende en un momento en el que podría necesitar usar su afirmación.

«Cuando sean mayores«, añade Núñez, «pueden discutir más profundamente lo que es una afirmación y lo que es positivo para ellos. Hacer que participen en ese diálogo es realmente importante«.

30 afirmaciones positivas para niños para probar

Cuando se trata de afirmaciones positivas para niños, cuanto más simples, mejor. Una buena regla general es que no sean más de cinco palabras, según Núñez. Milfort señala que se puede llegar a afirmaciones que son específicas a lo que su hijo está haciendo (como, puedo terminar esta tarea de matemáticas) o más generales para la vida cotidiana.

Las siguientes afirmaciones son apropiadas para niños pequeños, desde preescolar hasta la temprana edad de la escuela primaria. A medida que su hijo crezca y pueda conceptualizar afirmaciones más profundas y más largas, usted puede ayudarle a idear algunas:

1. Me quiero a mí mismo.
2. En este hogar nos enfocamos en lo positivo.
3. Soy genial.
4. Estoy haciendo lo mejor que puedo.
5. Estoy tranquilo.
6. Creo en mí mismo.
7. Yo importo.
8. Soy listo.
9. Soy adorable.
10. Puedo hacerlo.
11. Soy fuerte.
12. Soy positivo.
13. Tengo confianza.
14. Mis errores me ayudan a aprender.
15. Soy hermoso.
16. Puedo hacer matemáticas.
17. Puedo hacer esta tarea.
18. Estoy motivado.
19. Puedo hacer esta tarea.
20. Puedo ser lo que quiera ser.
21. Soy suficiente.
22. Me defiendo a mí mismo.
23. Tengo todo lo que necesito.
24. Soy amado.
25. Mi vida está bendecida.
26. Me quiero a mí mismo.
27. Soy un buen amigo.
28. Soy un buen hermano/hermana.
29. Soy importante.
30. Mis sueños se harán realidad.

Otras formas de ayudar a tus hijos a lidiar con las emociones:

1. Crear un espacio seguro.

Para que los niños se sientan cómodos expresando y trabajando con grandes emociones, Milfort y Nunez señalan que un espacio seguro es esencial. Necesitan saber que está bien sentir cómo se sienten, y además, que está bien hablar de ello. Si no saben cómo expresar sus sentimientos verbalmente, hacer que dibujen cómo se sienten es una buena opción.

2. Fomentar la expresión a través del juego.

La terapia de juego es una herramienta popular utilizada por los psicólogos infantiles para ayudar a los niños a sentirse cómodos al expresarse. «Muchas veces los niños se sienten más cómodos hablando de cómo se sienten jugando con una muñeco o su personaje favorito«, dice Milfort. Esto va junto con la creación de un espacio seguro, pero añade un elemento extra donde el niño puede usar un juguete o una muñeca para imitarse a sí mismo, a menudo revelando cómo se siente.

3. Mostrarles cómo identificar las emociones (especialmente las positivas).

Y por último, Núñez señala que los padres a menudo destacan las emociones negativas del niño, cuando es importante centrarse en las positivas también. «Cuando veas que tu hijo está teniendo una experiencia alegre o está feliz«, dice, «pregúntale cómo se siente en ese momento. Si no pueden explicar el porqué, puedes adaptarlo para ellos».

Por ejemplo, podrías decir algo como: «Veo que estás feliz porque estamos jugando a este juego«. Esto les ayudará a crecer para reconocer cuando se sienten bien (lo que todos podríamos hacer más).

Conclusión final

Todos los padres quieren ver a sus hijos crecer felices, seguros y en contacto con sus emociones. Las afirmaciones son una herramienta simple y eficaz para ayudarles a hacerlo. Los niños pueden llevar las afirmaciones con ellos por el resto de sus vidas y usarlas en el camino de convertirse en adultos resilientes y empoderados.