Puede que estés sentado en un bar con tu copa de vino tinto viendo a un montón de tipos tomando tragos de tequila mientras piensas: «¡Vaya, van a sufrir por eso cuando sean mayores!«.
Bueno, lamento decírtelo, pero investigaciones recientes han llegado a la conclusión de que el tequila puede ser tan bueno para tu salud como esa copa de vino que estás disfrutando.
El alcohol cuenta para tu hígado, pero algunos tipos como el del tequila pueden ayudar a derretir esa grasa que se adhiere a su cuerpo y ayudarle a perder peso en general.
Un estudio realizado en el año 2014 explicó que los azúcares naturales encontrados en las hojas de la planta de agave (una planta tropical cuyos jugos son fermentados para hacer tequila) tienen la asombrosa capacidad de reducir los niveles de azúcar en la sangre de nuestro cuerpo y ayudar a aquellos que son obesos o tienen exceso de grasa a perder peso más rápido.
Una investigadora del estudio llamado Mercedes G. López, también dijo que las enzimas encontradas en el tequila estimulan al cuerpo a aumentar la secreción de hormonas que disminuyen nuestro ritmo de digestión, aumentan el nivel de leptina (hormona que disminuye el apetito) y mantienen los niveles de grelina (hormona del hambre) bajo control. De esta forma, nos sentimos llenos durante más tiempo y tenemos hambre mucho más tarde.
En otro estudio los investigadores pusieron a unas pocas ratas de laboratorio con una dieta estándar y luego agregaron algunos azúcares naturales llamados agavins (tomados de la planta del agave), al agua que las ratas bebieron.
Poco después, notaron que las ratas que habían consumido agavins, tenían un apetito reducido, comían mucho menos que las otras, y tenían bajos los niveles de azúcar en la sangre en general.
Por lo tanto, esto lleva a la pregunta, ¿cómo afectan los agavins a nuestro cuerpo de manera diferente a otros edulcorantes?
López dijo que otros edulcorantes como el jarabe de maíz de alta fructosa es fácilmente procesado por el cuerpo y convertido en grasas almacenables, pero los agavins no se pueden descomponer y por lo tanto no aumentan sus niveles de azúcar en la sangre ni tampoco la presión de su insulina demasiado.
Aunque eso puede no sonar muy convincente, es suficiente para que corrijas a alguien que dice que beber tequila es malo para ti, diciendo: «¡Al contrario, es mi secreto para perder peso!«.