El trauma por abandono es una condición de hipersensibilidad sobre cosas como merecer y mantener el amor, sentirse seguro y tener un sentido estable de un yo digno.
El trauma generalmente es creado por experiencias tempranas de privación afectiva, separaciones dolorosas y un cuidado inconsistente de los padres.
Si tuviste una experiencia temprana que creó en ti una herida de abandono, probablemente te sientas con ansiedad e inseguridad de forma generalizada.
Tal vez tengas el deseo de complacer y convencer a la gente. Tal vez llegues a amar a las personas equivocadas, dando demasiado de ti mismo demasiado rápido y con demasiada facilidad, dándoles de alguna manera siempre un trato mejor del que ellos te dan a ti.
La verdad es que hasta que no permitas que tu trauma llegue a la conciencia, tus patrones aprendidos y contraproducentes te llevarán probablemente de una historia de abandono a otra – con la eterna esperanza de que la próxima recreación del doloroso escenario infantil cambiará realmente el final de la historia. Y ganar el inalcanzable amor.
Aquí hay una lista de algunos comportamientos y sentimientos que podrías querer tener en cuenta.
Así puedes explorarte a ti mismo y descubrir si la razón inesperada detrás de algunas de tus duelos y dolores más profundos no es en realidad un trauma subyacente de abandono.
1. Ansiosamente anticipas el abandono:
Tienes miedo en secreto de que los demás se desencantarán fácilmente contigo, por lo que intentas demostrar tu valía siendo útil, especial, indispensable, disponible. Lees las palabras y los gestos de las personas para encontrar confirmaciones de su amor o para buscar señales que predigan su desprecio por ti.
2. Inseguridad cuando estás con la gente:
A veces en ambientes sociales te sientes tímido y torpe. Esto hace que te apagues mientras te sientes condenado al ostracismo por los atrevidos extrovertidos que están pasando un buen rato. Esta incomodidad es causada por el miedo a exponerse y ser ridiculizado, avergonzado o no gustar. Y este miedo a su vez crea una sensación de no pertenencia, de ser poco interesante y excluido.
3. Sabotearte a ti mismo en secreto:
A veces haces y dices cosas que provocan que otros te ataquen, te abandonen y te rechacen. Esto es como un juego en el que te demuestras a ti mismo que realmente hay una razón por la que temes que otros, al final, se aparten de ti.
4. Repetidamente te encuentras en situaciones dolorosas:
No es difícil para ti recordar innumerables situaciones cuando te trataron mal, con condescendencia, te mintieron, te traicionaron y te hirieron – psicológica y emocionalmente.
5. No recuerdas grandes partes de tu infancia:
Años enteros están borrados de tu memoria. A veces esto sucede como una medida de protección contra experiencias traumáticas que pueden dañar irreparablemente el yo si se reconoce y se recuerda.
6. Sentirse independiente:
A veces sientes que el mundo está fuera de alcance y tú también estás fuera de su alcance, impenetrable a sus alegrías mundanas e impregnado de sus terribles brutalidades.
7. Comportamiento autodestructivo:
Los traumas no digeridos pueden provocar comportamientos peligrosos como peleas, conducir imprudentemente, exceso de sexo, borracheras. Estos episodios generalmente se desencadenan por la ansiedad que la persona trata de medicar con excesivos y peligrosos placeres para que su atención sea eliminada de la ansiedad
8. Las relaciones te hacen o te rompen:
Tus relaciones románticas pueden destruir tu equilibrio emocional o exaltarte a un nivel de felicidad donde ninguna otra cosa cuenta o importa. Esto crea una cierta propensión a sentirse destrozada por problemas en la relación y sufrir mucho en caso de dificultades leves o incluso pequeñas separaciones.
9. Extremadamente sensible a la crítica:
De alguna manera, incluso los comentarios constructivos hacen que una persona con un trauma de abandono se sienta rechazada y culpable, avergonzada y excluida. Este tipo de trauma hace que la desilusión sea extremadamente dolorosa, ya que roba al individuo su sentido de ser digno, siempre proyectado a los ojos de los demás, ya que la aceptación se percibe completamente desde el exterior.
10. Sentirse no querido e infravalorado:
El trauma por abandono crea un fenómeno llamado gula afectiva – una necesidad insaciable de afecto, aceptación, seguridad, contacto. Es por eso que el más mínimo cambio en el comportamiento o estado de ánimo de un objeto amado hace que una persona con traumatismo por abandono se sienta no amada, amenazada, olvidada, menospreciada, humillada y excluida.
11. Sentirse repelido por los compañeros disponibles:
A veces te sientes disgustado por la ternura de las personas que te admiran y cortejan genuinamente, creando una atmósfera de seguridad. Puedes percibir tu deseo como un deseo que envuelve la necesidad, y sentir que tu estabilidad carece de la magia y la pasión que sólo la incertidumbre puede generar. Es por eso que es menos probable que formes relaciones con compañeros disponibles – ellos simplemente te apagan.
12. Encaprichado con lo inalcanzable:
¿Te has preguntado por qué la gente que te da provoca ese desgarrador sentimiento de «amor» en el estómago siempre están de alguna manera inasequibles – emparejados, viviendo en otro país, no interesados en ti? Esto se debe a que el abandono ha despreciado el sentido de un yo digno, así que para restaurar su valor, la gente persigue a compañeros inalcanzables – para demostrar que, después de todo, son merecedores de amor incluso de aquellos cuyo amor es casi imposible de ganar.
13. Apresurarse en las relaciones demasiado rápido:
Contigo las relaciones parecen escalar de «Hola, mi nombre es …» a «Demonios, estoy enamorado» a un ritmo rápido. A veces te lanzas a la intimidad no porque estés listo, sino porque no quieres perder el tiempo de acercarte lo más rápido posible.
14. Baja tolerancia a la incertidumbre y alta necesidad de control:
A menudo necesitas asegurarte de que todo esté bien, controlar a los demás para asegurarte de que estén bien y sentirte ansioso por lo que podría salir mal. Cuando algún resultado deseado no está seguro, puedes sentir pánico y miedo e intentar adivinar el resultado final para poder relajarte y saber qué hacer a continuación.