Algunas personas tienen un concepto erróneo de lo que es la ansiedad y por lo tanto tienden a tratarla como cualquier otro tipo de estrés.
Aunque la ansiedad puede contener momentos de estrés, es mucho más que eso.
La ansiedad es una sensación desconocida de preocupación, de culpa. Un nerviosismo que parece que nunca sale del cuerpo.
Los ataques de ansiedad pueden ocurrir en cualquier momento, y deben ser tomados en serio.
Cuando alguien está teniendo un episodio de ansiedad al entrar en un ambiente social, sea cauteloso y atento.
No menosprecie o ignore. Aquí hay algunas cosas que usted debe evitar decirle a alguien con ansiedad:
1. «¡Cálmate!»
Esta es probablemente una de las peores cosas que usted puede decirle a alguien con ansiedad. ¿Cómo puedes esperar que alguien se calme cuando ellos mismos no pueden comprender plenamente los sentimientos que están experimentando?
2. «Yo también me pongo así»
Estoy seguro de que usted ha podido experimentarla en algún momento. Y apuesto a que tiene una buena razón para decirlo.
Pero con la ansiedad, a veces, puede no haber una causa obvia. Su experiencia personal con ella puede ser radicalmente diferente a la del resto de personas.
3. «Todo está en tu cabeza»
Es probable que si usted está sufriendo de ansiedad, habrá veces que se lo cuestionará en su propia mente. ¿Qué pasa conmigo? ¿Qué está pasando en mi mente? ¿Por qué soy así?
¿De verdad crees que es útil, decirle a alguien que los temores que está cuestionando y tratando no son reales en absoluto?
Una frase como «todo está en tu cabeza» es condescendiente, y en realidad puede empeorar la extensión de la ansiedad, y puede hacer que la víctima sea más reacia a hablar de ello.
4. «Hay personas que están peor que tú»
¿Desde cuándo es aceptable comparar una enfermedad con otra?
El hecho de que la ansiedad puede no ser tan visible como otras enfermedades, o tan devastadora como algunas de las atrocidades que suceden en el mundo no significa que no esté allí. De ahí es de donde viene el término «enfermedad invisible».
Es totalmente inaceptable menospreciar el sufrimiento de una persona, sobre todo si se trata de algo que no han tratado personalmente.
5. «Sigue adelante con ella»
Cuando alguien se enfrenta a la ansiedad, la contundencia no es la mejor actitud a tener cuando se trata de motivar a alguien.
En comparación, mostrar un poco de empatía hará maravillas.
6. «¿Es culpa mía?»
¡No! No no no no. No es culpa tuya. Tampoco es culpa de ellos. No es culpa de nadie. Aunque este comentario no es grosero o condescendiente, puede ser algo doloroso para la persona que tiene ansiedad. Además de hacer frente a sus propias y extrañas emociones, el sentimiento de culpa por el hecho de que alguien cercano a ellos puede estar sufriendo no va a beneficiar a la persona.