Un gran estudio concluye que una ingesta baja de carbohidratos aumenta el riesgo de mortalidad prematura, así como la mortalidad por varias enfermedades crónicas. Por lo tanto, los científicos instan a las personas que hacen dieta a evitar las dietas bajas en carbohidratos.
Estimaciones recientes han sugerido que sólo en los Estados Unidos hasta 45 millones de personas hacen dieta cada año.
Además, según se informa, las personas estadounidenses gastan alrededor de 33.000 millones de dólares anuales en productos para perder peso.
Los dos tercios de la población que tienen sobrepeso o son obesos tienen una plétora de dietas para elegir. Desde las dietas bajas en grasa hasta las altas en grasa, las dietas keto y el ayuno intermitente, las modas son numerosas, pero ¿cuáles son sus consecuencias para nuestra salud?
Un nuevo estudio se centra en las dietas bajas en carbohidratos y explora los riesgos para la salud que se asocian con ellas. Los carbohidratos son una fuente importante de energía para la mayoría de los organismos vivos, así que ¿cómo afecta la salud una dieta baja en estas moléculas?
La nueva investigación no ofrece una respuesta causal a esta pregunta, pero sí examina los vínculos entre las dietas bajas en carbohidratos y el riesgo de mortalidad prematura, así como la mortalidad por enfermedades crónicas específicas.
El nuevo estudio fue presentado en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología, celebrado en Munich, Alemania, por el Prof. Maciej Banach, de la Universidad Médica de Lodz en Polonia.
Estudiar las dietas bajas en carbohidratos y el riesgo de muerte
El Prof. Lodz y sus colegas examinaron los vínculos entre las dietas bajas en carbohidratos y el riesgo de muerte por cualquier causa entre 24,825 personas que habían participado en la Encuesta nacional de examen de salud y nutrición en 1999-2010.
Además, los investigadores examinaron las asociaciones entre un bajo consumo de carbohidratos y el riesgo de muerte por enfermedad cardiaca coronaria, enfermedad cerebrovascular -que incluye apoplejía- y cáncer.
En promedio, los participantes del estudio tenían 47.6 años de edad, y su ingesta de carbohidratos se calculó como un porcentaje. Luego, en base a estos porcentajes, los participantes fueron divididos en cuartos. El profesor Banach y sus colegas siguieron a los participantes durante un período medio de 6,4 años.
Los participantes también fueron clasificados como obesos y no obesos, de acuerdo con su índice de masa corporal (IMC).
En la segunda parte del estudio, el equipo examinó las mismas asociaciones en un gran meta-análisis de estudios prospectivos que resumió a casi 450,000 participantes a los que se les dio seguimiento durante un periodo promedio de 15.6 años.
Por qué deben evitarse las dietas bajas en carbohidratos
En general, el análisis que utilizó datos de la encuesta encontró que los que consumían la menor cantidad de carbohidratos tenían 32 por ciento más probabilidades de morir prematuramente por cualquier causa. Esto fue en comparación con los participantes que comieron la mayoría de los carbohidratos.
Además, los consumidores bajos en carbohidratos tenían 51 por ciento más probabilidades de morir de enfermedad cardiaca coronaria, 50 por ciento más probabilidades de morir de enfermedad cerebrovascular y 35 por ciento más probabilidades de morir de cáncer. Las asociaciones fueron más fuertes entre las personas mayores, no obesas.
Estos resultados se replicaron en el metaanálisis, que encontró que el riesgo general de muerte por cualquier causa era 15 por ciento más alto en las personas que consumían la menor cantidad de carbohidratos, el riesgo de muerte cardiovascular era 13 por ciento más alto, y el de morir de cáncer era ocho por ciento más alto.
«Las dietas bajas en carbohidratos deben ser evitadas«, concluye el Prof. Banach, quien también aventuró algunas posibles explicaciones causales de los vínculos encontrados.
Él dice: «La reducción de la ingesta de fibra y frutas y el aumento de la ingesta de proteínas animales, colesterol y grasas saturadas con estas dietas pueden jugar un papel. Las diferencias en minerales, vitaminas y fitoquímicos también podrían estar involucradas«.
«Las dietas bajas en carbohidratos podrían ser útiles a corto plazo para perder peso, reducir la presión arterial y mejorar el control de la glucosa en sangre, pero nuestro estudio sugiere que a largo plazo se relacionan con un mayor riesgo de muerte por cualquier causa, y muertes por enfermedades cardiovasculares, enfermedades cerebrovasculares y cáncer«.
«Los resultados sugieren que las dietas bajas en carbohidratos son inseguras y no deberían recomendarse.»
Prof. Maciej Banach.