En algunos lugares, la vida practicamente se paraliza mientras todo el mundo se va a casa para echarse una siesta. Por desgracia, hay países como EE.UU., que están más ligados a un estilo de vida corporativo que a la salud, y la siesta del mediodía es vista como un lujo y, en algunos casos, como un signo de pura pereza. Pero antes de sentirte culpable por seguir ese saludable hábito, puedes estar seguro de que la siesta es realmente buena para ti y un fenómeno completamente natural en el ritmo circadiano (ciclo de sueño-vigilia).
A medida que transcurre nuestro día, incluso aunque hayamos dormido lo suficiente durante la noche, nuestro enfoque y el estado de alerta se degradan. Si bien esto puede ser un inconveniente menor en la actualidad, podría haber significado la vida o la muerte a nuestros antepasados.
En cualquier caso, independientemente del trabajo que tengas, una siesta puede reavivar tu estado de alerta y hace de tus neuronas toda una copia de seguridad y para ello sólo son necesarios de 15 a 20 minutos.
Empresas de gran renombre reconocen esto. Google y Apple son sólo algunas empresas que permiten a los empleados tener un tiempo para la siesta. Los estudios han afirmado que las siestas cortas pueden mejorar el conocimiento y la productividad. Además, ¿a quién no le gustaría un jefe que te permite cerrar un poco los ojos ante la llegada de la tarde?
Un estudio de la Universidad de Colorado encontró que los niños que no hacían su siesta de la tarde mostraban menos alegría e interés, más ansiedad, y tenían las habilidades para resolver problemas más pobres que los niños que si tenían esa siesta. Lo mismo se puede ver en los adultos que se benefician de la siesta.
Investigadores de Berkeley encontraron que una siesta de una hora aumenta drásticamente la capacidad de aprendizaje y la memoria. Las siestas proporcionan una especie de reinicio, donde la memoria a corto plazo se borra y nuestro cerebro se actualiza con el nuevo espacio desfragmentado.
¿De cuánto tiempo debe ser la siesta?
Los expertos dicen que una «siesta energética» de entre 10 y 20 minutos es lo mejor para refrescar la mente y aumentar la energía y el estado de alerta. El sueño no es tan profundo como en las siestas más largas, lo que te permite continuar tu día sin los inconvenientes del despertar.
Una siesta de 30 minutos puede conducir a 30 minutos de aturdimiento, ya que tendrás que despertar a menudo a tu cuerpo al entrar en las fases más profundas del sueño. Experimentará algo de ese mismo aturdimiento si duermes durante una hora, pero las siestas de 60 minutos son buenas para estimular la memoria.
Las siestas más largas -alrededor de 90 minutos- son buenas para aquellas personas que simplemente no duermen lo suficiente durante la noche. Es un ciclo completo de sueño y puede mejorar la memoria emocional y la creatividad.
Las siestas son buenas tanto física como mentalmente. Pero no sacrifiques el sueño de la noche por una siesta por la tarde; tómate tu siesta, además de un buen sueño nocturno.