Incorpora una rutina de ejercicios para el estrés
Según la Asociación Americana del Corazón, el estrés que no se controla puede provocar alguno de los siguientes problemas de salud: dolores y molestias, reducción de los niveles de energía, peor calidad del sueño, sentimientos depresivos o negativos y alteración de la disposición.
Se ha demostrado que el ejercicio es una herramienta eficaz para controlar el estrés. Seguir una rutina de ejercicios constante mejorará la respuesta del cuerpo al estrés.
Asegúrate de consultar a un médico antes de iniciar cualquier tipo de programa de ejercicios.
Hay estrés bueno y estrés malo. El estrés bueno proviene de la energía necesaria para ejecutar actividades deseables que van desde un desafío en el trabajo o los estudios, hasta competiciones deportivas e incluso pasatiempos.
El estrés malo puede definirse como la condición que resulta cuando uno se siente abrumado e incapaz de resolver los problemas. Las luchas financieras, las crisis de salud, la muerte y la pérdida, las luchas familiares, el mal ambiente de trabajo y los problemas legales suponen un estrés negativo para el cuerpo. El estrés malo se manifiesta negativamente en los órganos vitales rápidamente y de forma más perjudicial. Incluso con el estrés bueno, es importante descansar, relajarse y recargarse de forma regular.
El ejercicio es una medicina
Incluso los coches antiguos necesitan ser sacados del garaje y conducidos por la carretera para mantener el motor bien afinado periódicamente. Una de las formas más fáciles de incorporar el ejercicio a una rutina constante es estirar el cuerpo tres veces al día: una vez al levantarse, otra al mediodía y otra al acostarse.
Sin darnos cuenta, el estrés hace que los músculos se tensen, lo que afecta a la buena postura. Algunas personas aprietan los dientes, mientras que otras tensan los hombros y el cuello. El dolor lumbar también es una queja común. Asistir a una clase de yoga un par de veces a la semana es estupendo para la salud física, mental y espiritual.
Otra forma estupenda de hacer ejercicio y aliviar el estrés es caminar al menos 30 minutos al día, la mayoría de los días de la semana. Algunos días pueden ser paseos relajantes mientras que otros pueden ser más desafiantes aumentando la velocidad y/o la distancia caminada.
Para los que tienen poco tiempo, pero aún quieren los beneficios del ejercicio intenso, se recomienda el entrenamiento en circuito. Para calentar el cuerpo, realiza algunos estiramientos ligeros. A continuación, realiza 10 saltos de tijera, 10 sentadillas y 10 flexiones sin descanso. Descansa 60 segundos y repite el circuito de 3 a 5 veces. Este tipo de programa no requiere equipamiento y puede realizarse prácticamente en cualquier lugar varias veces al día.
Cuando la vida parece estar girando fuera de control, puede ser útil contratar a un entrenador personal o encontrar un compañero de entrenamiento comprometido para mantener la concentración. En esos momentos, la gestión del estrés es más difícil. También puede ser conveniente participar en deportes como el boxeo para trabajar los sentimientos de ira y agresividad. Las artes marciales pueden lograr los mismos objetivos mientras se aprende obediencia, perseverancia, disciplina y autocontrol.
Una rutina de ejercicios consistente es un elemento crítico para el manejo efectivo del estrés. El ejercicio conduce a mejorar el estado de ánimo y la disposición, la claridad de pensamiento, la reducción de la presión arterial, la mejora de la calidad del sueño y el aumento de la energía. Por lo tanto, es más fácil resolver los problemas y mantener una mejor perspectiva para el futuro.