El sueño juega un papel importante en su salud física. Por ejemplo, el sueño está involucrado en la curación y reparación del corazón y los vasos sanguíneos. La deficiencia continua del sueño se relaciona con un mayor riesgo de enfermedad cardiaca, hipertensión arterial, diabetes y accidente cerebrovascular«. Instituto Nacional del Corazón, Pulmón y Sangre.
Dormir es ciertamente una actividad agradable y relajante. También es una de las actividades más importantes para nuestra salud mental y física. Cerrar los ojos por lo menos unas horas cada noche permite a nuestro cuerpo reiniciarse y recargarse después de un largo y agotador día. El cuerpo y el cerebro experimentan varios procesos importantes durante el sueño que son críticos para la función humana.
Por lo tanto, tiene sentido que la privación del sueño pueda causar problemas graves. De muchas maneras, podemos sentir los problemas poco después de despertarnos. No podemos concentrarnos, y estamos muy lentos al comenzar el día. Cuando esto sucede a diario, nuestra salud a corto y largo plazo puede sufrir graves consecuencias.
Se han realizado años de investigación científica que demuestra lo que sucede cuando no hacemos del sueño una prioridad – o, para ser justos, cuando uno no puede dormir por razones médicas. Esta investigación muestra que la privación del sueño puede causar un número de problemas de salud graves y potencialmente mortales.
Vamos a ver cinco afecciones peligrosas o enfermedades que pueden surgir como resultado de no dormir lo suficiente. Continuaremos después con cinco maneras en las cuales todos podemos mejorar la calidad y cantidad de nuestro sueño, como lo recomienda la National Sleep Foundation.
AQUÍ ESTÁN LAS CINCO AFECCIONES O ENFERMEDADES:
1. ALZHEIMER
En un estudio de 2013 conducido por la Universidad John’s Hopkins (JHU), los investigadores concluyeron que los malos hábitos de sueño pueden ser una causa de la enfermedad de Alzheimer. Además, este mismo estudio concluyó que la falta de sueño puede acelerar la progresión de la enfermedad. El estudio fue iniciado por una investigación previa, que sugirió que el sueño era esencial para la eliminación de la acumulación de residuos similares a los acumulados en el cerebro llamado «residuos cerebrales».
Los 70 sujetos de investigación que participaron en el estudio de la JHU tenían entre 53 y 91 años de edad. Los sujetos que informaron de forma continua haber dormido mal mostraron una cantidad desproporcionada de beta-amiloide en áreas de su cerebro. El beta-amiloide es una sustancia compuesta que se ha vinculado directamente como indicador definitivo de la presencia de Alzheimer.
2. CÁNCER DE PRÓSTATA
En un estudio que consta de 2,425 hombres islandeses con edades comprendidas entre los 67 y 96 años, los investigadores descubrieron que los hombres con problemas de sueño eran un 60 por ciento más propensos a desarrollar cáncer de próstata. Sorprendentemente, este número se multiplicó por dos cuando los participantes reportaron dificultad para permanecer dormidos. Además, los investigadores descubrieron que los hombres privados de sueño eran más susceptibles al avance del cáncer en las etapas tardías.
Los científicos atribuyen la correlación entre el cáncer y la privación del sueño a los bajos niveles de melatonina. La melatonina es un químico importante para suprimir el crecimiento del tumor. Cuando esta sustancia química es demasiado baja -como sucede con las personas que no tienen suficiente descanso-, es posible que se aceleren los crecimientos cancerosos.
3. ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR
En términos simples, dormir mal es absolutamente terrible para la salud del corazón. Un mal descanso se ha relacionado con la enfermedad cardiovascular durante años; sin embargo, no fue hasta hace poco que los científicos descubrieron una correlación más fuerte que antes. En un estudio de 14 años de 657 hombres rusos, dos tercios de los que experimentaron un ataque cardíaco también tuvieron un trastorno del sueño.
Además, los sujetos que reportaron un desorden del sueño fueron 2.6 veces más propensos a desarrollar una infracción miocárdica, y 1.5 a 4 veces más propensos a experimentar un derrame cerebral.
4. OBESIDAD Y DIABETES
Muchas investigaciones ya habían concluido que existía una relación entre la diabetes y los malos hábitos de sueño. Sin embargo, un estudio de la Universidad de Chicago extendió aún más este vínculo para incluir la obesidad potencial, una afección que se sabe precede a la diabetes. Los investigadores descubrieron que el poco sueño puede exacerbar la acumulación de los niveles de ácidos grasos en la sangre, lo cual puede alterar negativamente la forma en que el cuerpo regula el azúcar en la sangre.
En el estudio de 19 hombres, los investigadores descubrieron que aquellos que dormían sólo cuatro horas durante un lapso de tres noches tenían niveles más altos de ácidos grasos en la sangre – hasta un aumento de 30 por ciento en comparación con los sujetos que recibieron 8 horas de sueño.
5. PENSAMIENTOS SUICIDAS Y/O SUICIDIOS
Esto es sorprendente y extremadamente inquietante. En un estudio de 2014 realizado en la Facultad de medicina de la Universidad de Stanford, los investigadores encontraron una correlación entre la falta de sueño y la incidencia de suicidio. Durante el estudio de 10 años, 20 de los 420 participantes que se suicidaron reportaron haber sufrido de sueño deficiente. En última instancia, los investigadores concluyeron que los individuos que sufren de falta de sueño tienen 1.4 veces más probabilidades de terminar con sus vidas. Además, este riesgo aumenta con una combinación de edad avanzada y niveles de estrés.
Formas de mejorar el descanso
Está bastante claro que el sueño es esencial para nuestra salud y bienestar. Es una actividad crucial para reducir el riesgo de una miríada de enfermedades y afecciones. Por esta razón, enumeraremos algunas maneras de mejorar la calidad del sueño, como lo sugiere la National Sleep Foundation (NSF).
Aquí hay 5 consejos:
1. Desarrollar y mantener un horario de sueño; hacer que sea una prioridad despertarse y acostarse a la misma hora todas las noches, incluso los fines de semana.
2. Relájese todas las noches antes de acostarse. Trate de practicar una actividad rutinaria (por ejemplo, leer, meditar) como un hábito cada noche antes de quedarse dormido.
3. Ejercicio diario. El ejercicio es una actividad indispensable para mejorar el sueño. Haga algo, cualquier cosa para que su cuerpo se mueva y sude.
4. Mire su entorno de sueño. ¿Está su habitación a la temperatura adecuada? Debe estar entre 16-21 grados centígrados. La habitación debe estar fresca, libre de luz y aislada del ruido.
5. Mire sus almohadas y colchón. ¿Son propicios para un buen sueño? Si no, hay muchas tiendas de ropa de cama con personal bien informado que puede proporcionar algunas sugerencias.