En el mundo de hoy en día, donde podemos obtener una mezcla azucarada de ingredientes artificiales en cualquier tienda o restaurante de la esquina, mantenernos alejados de este aditivo tóxico en los alimentos puede convertirse en todo un reto. Sin embargo, hacer todo lo posible por reducir el azúcar puede prevenir enfermedades como diabetes, apoplejías, cáncer, enfermedades cardiovasculares, enfermedades del corazón, obesidad y otras. En los últimos años, las compañías de alimentos han reemplazado las grasas añadidas por azúcares en un intento de seguir las tendencias de salud, pero la investigación demuestra que el azúcar, y no las grasas, han contribuido mucho más al deterioro de la salud de la gente en general.
Sin embargo, incluso si usted ha estado consumiendo azúcares toda su vida, usted puede revertir fácilmente los efectos secundarios dañinos reduciendo severamente su consumo de azúcar. Muchas dietas tardan un tiempo para mostrar los resultados, pero el recorte de azúcares agregados puede traer resultados en tan sólo 10 días. En un nuevo estudio que incluyó a niños, los investigadores observaron dramáticas mejoras en la salud de los niños en poco más de una semana.
ESTAS COSAS LE SUCEDEN A TU CUERPO CUANDO TE QUEDAS SIN AZÚCAR DURANTE 10 DÍAS
El Dr. Robert Lustig y su equipo de investigadores de la Universidad de California en San Francisco, notaron una disminución en los niveles de triglicéridos en 33 puntos en promedio, y el colesterol LDL (malo) bajó 5 puntos, así como la presión arterial diastólica. En sólo 10 días, todos los niños que participaron en el estudio redujeron dramáticamente su riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
Aunque este estudio sólo incluye a niños, podemos asumir que esto también funcionaría en adultos.
Sin embargo, antes de seguir adelante, nos gustaría aclarar algo. Muchas personas asumen que TODOS los azúcares causan una salud negativa, pero en realidad necesitamos azúcar para sobrevivir. La clave es consumir el tipo de azúcares correctos de los alimentos integrales a base de plantas. Estos azúcares se producen de forma natural, y nuestros cuerpos pueden asimilarlos y digerirlos perfectamente. El problema existe cuando empezamos a extraer azúcares de las plantas, y poner estas «sustancias parecidas a los alimentos» en los alimentos procesados. El azúcar añadido simplemente no tiene valor nutricional alguno, por lo que el cuerpo reconoce las calorías, pero no sabe cómo convertir la energía en una forma utilizable. Así, vemos casos desenfrenados de diabetes, cáncer, enfermedades del corazón, etc. en la sociedad moderna.
Además, no todas las calorías funcionan de la misma manera en el cuerpo. El azúcar añadido hace que los niveles de insulina aumenten, lo cual ocurre incluso con los azúcares naturales. Sin embargo, con el tiempo, su respuesta a la insulina se dañará después de consumir azúcares añadidos en grandes cantidades, y causará inflamación en el cuerpo. Por otro lado, si usted consume la misma cantidad de calorías en forma de brócoli, por ejemplo, su cuerpo lo procesará como energía real ya que contiene la alcalinidad y nutrientes correctos para nosotros.
Las empresas alimentarias gastan millones al año tratando de convencernos de que compremos sus productos, pero la verdad es que muchas de las sustancias alimentarias que venden simplemente no tienen valor nutricional alguno. En pocas palabras, todos deberíamos esforzarnos por comer alimentos enteros, en su mayoría vegetales, para los que nuestro cuerpo ha sido diseñado para consumir y tratar de evitar los alimentos procesados. Incluso si algo dice «bajo en calorías» o «libre de grasa» en la etiqueta no necesariamente indica una opción saludable. De hecho, muchas compañías simplemente sustituyen el azúcar en un intento de conservar el sabor sin añadir calorías o grasas adicionales.
¿CUÁNTA AZÚCAR DEBEMOS CONSUMIR?
Para una dieta promedio de 2,000 calorías, la Heart and Stroke Foundation recomienda que sólo el 10% de las calorías que comamos provengan del azúcar, o unos 12 gramos. Muchos productos que usted encuentra en los estantes, incluyendo salsas y aderezos, se acercan o incluso exceden esa cantidad con una sola ración. Así que, cuando vaya a comprar después, preste atención a las etiquetas y opte por los alimentos enteros tanto como sea posible. Aunque los alimentos procesados tienen un precio más barato, no se puede poner realmente un precio a la salud. Puede costar mucho más comprar frutas y verduras, pero piénselo de esta manera: usted ahorrará MUCHO DINERO en cuentas médicas más adelante en la vida, así que ¿qué preferiría tener?
Tenga en cuenta también que los azúcares añadidos pueden esconderse bajo muchos nombres y etiquetas diferentes, así que tenga en cuenta lo siguiente cuando vaya a la tienda: glucosa/fructosa, jarabe de maíz alto en fructosa, jarabe de maíz, sacarosa, maltosa, dextrosa, azúcar de remolacha, sólidos de glucosa, azúcar de caña, zumo de caña deshidratado, dextrina y maltodextrina, entre otros.
Además, tenga en cuenta que nuestro cerebro responde al azúcar de la misma manera que lo hace a ciertas drogas. ¡Algunos estudios han encontrado que el azúcar es hasta ocho veces más adictivo que la cocaína! Con esto en mente, es de esperar que usted se apunte a hacer que el azúcar sea una parte muy pequeña de su dieta, y llene su carro con más alimentos enteros. ¡Su cuerpo seguramente se lo agradecerá a largo plazo!