Para 2040 se prevé que se diagnosticarán 29,5 millones de nuevos casos de cáncer al año. En sólo 18 años, se calcula que el total de muertes relacionadas con el cáncer será de 16,4 millones. Esto es más que aterrador, pero un estudio reciente revela algo a lo que hay que prestar mucha atención. Los investigadores descubrieron que la combinación de tres hábitos regulares puede reducir drásticamente el riesgo de cáncer hasta en un 61%. ¿Está preparado para añadir unos cuantos pasos saludables a su rutina diaria? Siga leyendo para saber qué debe hacer.
Un nuevo informe publicado en la revista Frontiers of Aging revela que una combinación de tres cosas -ejercicio, suplementos de omega-3 y vitamina D– podría reducir su probabilidad de desarrollar cánceres agresivos hasta en un 61%.
El ensayo observó a 2.157 participantes, de 70 años o más, durante tres años en Portugal, Austria, Alemania, Francia y Suiza. La misión era observar el impacto de las dosis diarias de omega-3, vitamina D3 y ejercicios sencillos de entrenamiento de fuerza en casa en cada individuo.
Los tratamientos se realizaron en diferentes grupos para establecer qué método (o combinación de métodos) podía disminuir la posibilidad de cáncer invasivo. Para aclarar, el cáncer invasivo es cuando la enfermedad se extiende más allá de la zona de tejido en la que comenzó, pasando a los tejidos sanos de alrededor.
Según la Dra. Heike Bischoff-Ferrari, del Hospital Universitario de Zúrich, la combinación de omega-3, vitamina D3 y ejercicio ayudó a los participantes a no desarrollar un cáncer invasivo. El estudio revela que cuando los tres hábitos se mantienen con regularidad, el riesgo de cáncer puede reducirse en un impresionante 61%. Bischoff-Ferrari señala: «Nuestros resultados, aunque se basan en múltiples comparaciones y requieren ser replicados, pueden resultar beneficiosos para reducir la carga del cáncer.»
Es la primera vez que se investiga una combinación de tres medidas preventivas para reducir la posibilidad de desarrollar cánceres agresivos. Bischoff-Ferrari explica que los investigadores se salieron de la norma en este estudio, al no centrarse en los factores contribuyentes conocidos, como la radiación solar y el tabaquismo.
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