La historia ha demostrado que las mujeres tienden a participar más directa e influyentemente en la vida de un niño. Este comportamiento se deriva de la época ancestral en que los hombres salían a cazar presas y las mujeres permanecían en cuevas recogiendo frutas o verduras y cuidando de los niños hasta que podían realizar alguna actividad.
En los tiempos modernos ha ocurrido algo similar, porque no fue hasta hace unos pocos años que a las mujeres se les dio el derecho de trabajar y ganar su salario como un hombre.
Pregúntele a una abuela o bisabuela y usted notará que las mujeres se quedaban en la casa mientras el hombre trabajaba fuera de ella.
La crianza de los hijos y su educación nunca fue una tarea fácil, las madres tienen un tipo de don que desarrollan con la experiencia.
Ocuparse de las diversas tareas requiere tiempo completo por su parte, y esa responsabilidad se forma desde el momento en que aceptan ser madres.
El mayor estrés de las tareas es enfrentarse a las distintas etapas de los niños, cada una difícil a su manera. Sin embargo no es imposible, las madres tienen una dedicación, esfuerzo y amor para lograrlo que las hace realmente admirables.
Ahora uno se pregunta: ¿Cómo pueden colaborar los maridos?
La verdadera razón del estrés en la crianza de los hijos es la falta de apoyo
La crianza de los hijos es un trabajo de dos, ambos padres deben participar activamente en la crianza y formación de su hijo, sin embargo, de alguna manera el mayor peso de la responsabilidad suele recaer en la madre.
Y también sucede que el marido puede estresar más que un hijo, los estudios reafirman, según las encuestas, que al menos el 45% de las madres consideran esta situación.
Cuando encuentras a tu pareja ideal, es normal construir el futuro que ambos sueñan, vivir juntos, comprar una casa, tener hijos.
Lo que las mujeres rara vez preguntan a sus esposos es si realmente están dispuestas a poner todo de su parte para contribuir a los planes que están elaborando. Una pregunta que parece obvia.
La sorpresa es grande cuando no sucede, muchas mujeres encuestadas confirman que parte de su estrés en su crianza se debe a la falta de apoyo de sus esposos y parejas.
Los hombres se defienden explicando que el error radica en que las mujeres no son capaces de pedir ayuda, y asumen que pueden resolver todos los problemas de la crianza de los hijos por sí solas.
En conclusión, la comunicación adecuada entre ambas partes puede resolver muchos inconvenientes y malentendidos, el estrés no es saludable para una relación y mucho menos para la crianza de los hijos.