La toma de ciertos medicamentos para la acidez estomacal como si fueran dulces podría aumentar sus probabilidades de cáncer estomacal, sugiere una nueva investigación.
El riesgo es proporcional al tiempo y la frecuencia con que se tomaron estos medicamentos, llamados inhibidores de la bomba de protones (IBP). Los autores del estudio señalaron que ese riesgo aumentó entre dos y ocho veces, según los autores del estudio.
Aunque el riesgo relativo parece alto, el riesgo absoluto fue pequeño. Pero fue estadísticamente significativo, especialmente para las personas infectadas con Helicobacter pylori, una bacteria relacionada con el cáncer de estómago, explicaron los investigadores.
«Aunque los IBP son uno de los medicamentos más comúnmente utilizados para tratar la enfermedad de reflujo y la dispepsia, los médicos deben tener cuidado al recetar IBP a largo plazo, incluso a los pacientes que tienen H. pylori erradicado«, señaló el Dr. Wai Keung Leung, investigador principal y profesor de gastroenterología en la Universidad de Hong Kong.
Los IBP incluyen medicamentos comúnmente usados como Prilosec, Nexium y Prevacid.
La eliminación de H. pylori reduce significativamente el riesgo de cáncer de estómago, anotó Leung. Pero incluso después de que la bacteria es tratada, muchas personas todavía desarrollan cáncer de estómago.
Sin embargo, este estudio no pudo probar que los IBPs causen cáncer de estómago, sólo que existe una asociación. Los IBP generalmente se consideran seguros.
«El consejo para los usuarios de IBP, en particular los que tenían infección por H. pylori en el pasado, es ser cautelosos con el uso prolongado de los IBP«, apuntó Leung. «Los médicos deben revisar las indicaciones y necesidades de IBP a largo plazo en estos pacientes.»
El pequeño aumento en el riesgo de cáncer de estómago con IBPs no fue suficiente para que un especialista gastrointestinal abandonara su uso.
«En mi propia experiencia, he visto evolucionar la medicina. Y una cosa que trato de tener en cuenta es que, aunque existen muchos estudios y el tratamiento está evolucionando, debemos adaptar el tratamiento de forma individualizada«, dijo el Dr. Sherif Andrawes, director de endoscopia en el Hospital Universitario de Staten Island en la ciudad de Nueva York.
Incluso con este nuevo estudio, «hay situaciones médicas en las que la terapia de IBP es necesaria y el riesgo de efectos secundarios es menor que el riesgo de desarrollar sangrado o cáncer de otra área del tracto gastrointestinal«, apuntó Andrawes.
Por ejemplo, explicó, los medicamentos pueden ayudar a suprimir los ácidos estomacales y proteger contra el cáncer de esófago en los que tienen esófago de Barrett.
Pero, «también intento asegurar que si un paciente se presenta con síntomas de reflujo, primero intentemos trabajar en la modificación del estilo de vida y la dieta, en lugar de iniciar la terapia de IBP«, agregó Andrawes.
El cáncer de estómago es la tercera causa principal de muerte por cáncer en el mundo, anotó, y estudios anteriores han encontrado una relación entre los IBP y el cáncer de estómago. Pero el papel de H. pylori era menos claro.
Para tratar de evaluar el papel que desempeñaron las bacterias, Leung y sus colegas compararon el uso de IBP con otro tipo de fármacos utilizados para reducir el ácido estomacal: los antagonistas del receptor de histamina H2 (bloqueadores H2).
El estudio dio seguimiento a casi 63,400 pacientes tratados con una combinación de un IBP y dos antibióticos para matar a H. pylori. El tratamiento se administró durante siete días entre 2003 y 2012.
A los pacientes se les dio seguimiento durante un promedio de siete años, hasta que los participantes desarrollaron cáncer estomacal, murieron o el estudio terminó.
Durante este tiempo, más de 3.200 personas tomaron IBP durante casi tres años, mientras que casi 22.000 tomaron bloqueadores H2 (Pepcid, Zantac, Tagamet).
En total, 153 personas desarrollaron cáncer estomacal después de ser tratadas con un IBP y dos antibióticos. Ninguno de estos pacientes dio positivo para H. pylori, pero todos tenían gastritis crónica (inflamación del revestimiento del estómago).
Tomar IBP se relacionó con más del doble de riesgo de desarrollar cáncer de estómago, mientras que tomar bloqueadores H2 no se asoció con ningún riesgo mayor, hallaron los investigadores.
Además, las personas que tomaban IBP todos los días tenían más de cuatro veces el riesgo de cáncer de estómago, en comparación con las que usaban el medicamento una vez por semana.
Y cuanto más tiempo se usaron los IBP, mayor fue el riesgo de desarrollar cáncer estomacal, mostraron los hallazgos.
El riesgo aumentó cinco veces después de más de un año, a más de seis veces después de dos o más años, y a más de ocho veces después de tres o más años, aseguró Leung.
Los informes recientes también han relacionado el uso a largo plazo de IBP con neumonía, ataque cardiaco y fractura ósea, agregó.
El informe aparece en la edición en Internet del 31 de octubre de la revista Gut.