Ese perrito caliente rollizo y rosado … ligeramente carbonizado y caliente cuando sale de la parrilla … colocado en un pan calentito … y rematado con mostaza y ketchup. ¡Ahhh, los recuerdos de la infancia me hacen la boca agua!
Sin embargo, resulta que los perros calientes son en realidad muy peligrosos. De acuerdo con LiveStrong, son generalmente altos en grasa (y no precisamente grasa buena), tienen altos niveles de colesterol, contienen mucha sal, y se mantienen «frescos» porque llevan una gran cantidad de conservantes. Puede no ser ninguna sorpresa que los perritos calientes no sean buenos para nuestra cintura – pero lo que los médicos han descubierto que hacen a la salud de nuestros hijos es absolutamente aterrador.
Los perritos calientes están matando a nuestros hijos de una manera que probablemente no somos conscientes, pero que tenemos derecho a conocer.
Este producto cárnico contiene aditivos que impiden el botulismo, alargan la vida útil del producto, y les dan su color rosáceo (de lo contrario tendrían un aspecto gris). Llamamos a estos «útiles» aditivos nitritos, y son absolutamente nocivos, peligrosos e incluso a veces mortales. LiveStrong explica que los nitritos están asociados con un mayor riesgo de cáncer – elevando el riesgo nueve veces en los niños que consumen más de 12 perritos calientes al mes.
Daily Health Post compartió los resultados de los estudios del consumo de hot dogs que se realizaron:
Los niños que comieron perritos calientes una o más veces por semana tenían también un mayor riesgo de cáncer de cerebro.» «Había un fuerte riesgo de leucemia infantil para los niños cuyos padres comían 12 o más perros calientes al mes antes de la concepción.» «Los niños nacidos de madres que consumieron perritos calientes una o más veces por semana durante el embarazo tenían aproximadamente el doble de riesgo de desarrollar tumores cerebrales.«
Picnics, partidos de tu deporte favorito, barbacoas en el jardín, reuniones – los perritos calientes siempre han estado en las celebraciones. Sin embargo, su consumo puede ser menos inocente y mucho más peligroso de lo que previamente se había llegado a creer.
¿Crees que los perritos calientes «nacen» con el aspecto que tienen? ¡Piénsalo otra vez! Antes de que se abran camino hasta tu plato, han pasado por muchos «procesos» – ¡literalmente!
Los «recortes» de varias carnes se muelen en máquinas de gran tamaño, y luego se mezclan «recortes» de pollo procesado. Después se añaden sacos de almidón alimenticio, sal, aromas y conservantes adicionales para combinarlo todo en grandes cubas.
A continuación, se añade agua (para su jugosidad) y jarabe de maíz (para el dulzor), y la mezcla se hace puré. Esta masa similar a lodo se bombea a las «envases» – que finalmente forman el «perrito caliente» tal como la conocemos.
Fooducate ofrece algunos consejos útiles para las compras en el supermercado:
Compruebe la etiqueta de ingredientes la próxima vez que compre algunas carnes estilo delicatessen. Si se quiere evitar los nitratos, sus probabilidades son mejores con los productos orgánicos, pero no están garantizadas. Su mejor apuesta es limitar los perritos calientes y las carnes procesadas a las comidas ocasionales. Cuando tengas que seleccionar carnes procesadas eliege las que sean «orgánicas» o «críadas de forma natural» tienden a tener menos ingredientes malos «.
¡Se un comprador informado, inteligente y seguro!
Podemos tener recuerdos nostálgicos unidos a estas delicias – pero por desgracia, hay más cosas escondidas detrás de su aspecto de lo que la mayoría de la gente piensa. Si todavía eliges celebrar esa barbacoa – al menos ahora podrás hacerlo desde un punto de vista informado.
En el siguiente vídeo puedes ver «cómo se hacen» para aprender más. Y es que un video vale más que mil palabras:
Como se suele decir «el conocimiento es poder». Un poder que puede mejorar la salud y la seguridad de tu familia.