En un esfuerzo para unirse a la revolución de la salud, muchos hogares han pasado a relevar la leche de vaca por la leche de soja. A diferencia de la leche de vaca, la leche de soja no contiene lactosa, por lo que para las personas que evitan los productos lácteos, como los vegetarianos o los que tienen una intolerancia a la lactosa, la leche de soja parece ser una buena opción. La leche de soja es también una buena fuente de proteínas, hierro, vitaminas del complejo B y calcio, mientras que es baja en grasas saturadas y colesterol. Suena bien aparentemente, ¿verdad? El único problema es que las investigaciones han demostrado que el consumo de leche de soja puede poner su salud en grave peligro.
Los ingredientes de la leche de soja son:
- La propia leche de soja (agua filtrada con granos de soja)
- Azúcar de caña
- Sal marina
- Carragenina
- Saborizantes
- Carbonato de calcio
- Vitamina A palmitato
- Vitamina D2
- Riboflavina
- Vitamina B12
La mayor parte de esos ingredientes, probablemente le suenan familiares, y no parecen tan malos, pero el carragenano o carragenina, puede ser uno con el que no esté tan familiarizado. Los carragenanos son una familia de polisacáridos lineales sulfatados que se extraen de algas marinas comestibles. Es utilizado comúnmente por la industria de la alimentación por sus propiedades gelificantes, espesantes y estabilizantes.
No sólo el cuerpo no es capaz de digerir el carragenano, si no que además no tiene valor nutricional alguno. A pesar de que es un derivado de una fuente natural, es destructivo para el sistema inmunológico. Desencadena una respuesta inmune negativa que causa inflamación. La investigación ha vinculado el carragenano con una tasa más alta de cáncer de colon, junto con la inflamación gastrointestinal que puede causar IBS (Síndrome del intestino irritable), colon espástico, diarrea crónica y enfermedad inflamatoria intestinal.
Si bien el tipo de alimento que usted decide poner en su cuerpo es una elección personal, estar informado es la mejor manera de tomar una decisión que beneficie a su salud. La leche de soja ha sido un tema de controversia durante años, pero hay una cantidad significativa de evidencias que demuestran que puede tener efectos nocivos en el cuerpo.
Diez razones para evitar la leche de soja
1. La soja contienen grandes cantidades de toxinas naturales que afectan a los niveles de estrógenos. Beber sólo dos vasos de leche de soja al día puede alterar significativamente las hormonas en el cuerpo de una mujer, lo que altera el ciclo menstrual.
2. La soja contiene hemaglutinina, una sustancia que promueve los coágulos, haciendo que los glóbulos rojos se agrupen.
3. Alrededor del 99% de la soja está modificada genéticamente, por lo que contiene uno de los más altos niveles de contaminación por pesticidas.
4. La soja y los productos de soja contienen altos niveles de ácido fítico, que inhibe la asimilación del calcio, magnesio, cobre, hierro y zinc.
5. Los alimentos de soja contienen niveles altos de aluminio, que es tóxico para el cuerpo y que afecta negativamente el sistema nervioso y los riñones, y se ha relacionado con la enfermedad de Alzheimer.
6. Las frágiles proteínas de la soja son expuestas a altas temperaturas durante su procesado haciendo que la proteína de soja quede aislada y se convierta en una proteína vegetal texturizada. Esto hace que sean peligrosas para la digestión humana.
7. La soja contiene isoflavonas tóxicas – genisteína y daidzeína. Estas pueden estimular el crecimiento existente de un cáncer de mama.
8. La soja contiene estrógenos de plantas llamados fitoestrógenos, que alteran la función endocrina y puede conducir a la infertilidad y al cáncer de mama en las mujeres.
9. Los alimentos de soja tienen altos niveles de goitrógenos, los cuales bloquean la producción de hormonas tiroideas.
10. Los nitratos, potentes carcinógenos, se forman durante el proceso de secado por aspersión.