Como padre, usted tiene un gran impacto en su hijo y en la persona que se convertirá. Sus palabras y acciones son un ejemplo, ya sea bueno o malo, que ayuda a dar forma al modo en que actúan, piensan y sienten.
Aquí hay nueve problemas psicológicos que surgen debido a una educación incorrecta:
1. Ansiedad y depresión
Un padre que está constantemente observando y crítica cada movimiento de sus hijos puede causar que su hijo termine con ansiedad o depresión. La sobreprotección y las críticas pueden hacer que un niño dude de sí mismo y de sus capacidades, lo que hace que tengan miedo de todo y carezcan de independencia.
2. Incapacidad para descansar o relajarse
Cuando un padre utiliza el “¡Se serio!” o “¡Para de hacer el tonto!” de forma habitual, un niño puede llegar a sentir como que no puede relajarse en cualquier momento. A todos los niños les gusta hacer el tonto, pero cuando un padre está constantemente diciendo a un niño “que madure” o “que no sea un bebé”, va a terminar con la sensación de que no es lo suficientemente bueno. Él constantemente se sentirá ansioso y se convertirá en un adulto que siempre está preocupado por lo que los demás piensen de él.
3. Adicciones nocivas
Si un padre le dice a su hijo constantemente la cantidad de problemas que causa, el niño probablemente llegará a la conclusión de que todo el mundo estaría mejor sin él. Esto puede conducir a un comportamiento autodestructivo, tales como adicciones o incluso deportes extremos. El niño comenzará a propósito a ponerse a sí mismo en situaciones peligrosas porque cree que no tiene ningún valor.
4. Baja autoestima
Cada vez que un padre compara a su hijo con otra persona, disminuye la autoestima de su hijo. Con frases como “¿Por qué no obtienes un ’10’ en el examen como tu hermana?” O “Juan marca más goles que tú”, pueden manifestar un complejo de inferioridad. El niño crecerá con baja autoestima, comparándose constantemente a los demás y creyendo que no son lo suficientemente buenos.
5. Cuestiones de confianza
Aunque la enseñanza “ten cuidado con los extraños” puede ser útil cuando el niño es pequeño, decirle constantemente a su hijo que no se fie de nadie al final puede tener un efecto negativo en su vida. Nadie se aprovechará de ellos, pero también pueden desarrollar serios problemas de confianza que le terminen afectando seriamente en sus relaciones.
6. Supresión de los talentos y falta de iniciativa
A todos los niños se les debe permitir que sueñen despiertos. Cuando un padre le dice a un niño que está siendo poco realista, puede hacer que ese niño renuncie a sus sueños. Negarse a ser su apoyo o burlarse de lo que su hijo sueña puede hacer que su hijo suprima sus talentos, renuncie a sus sueños y muestre una falta de iniciativa en el futuro, por miedo a que se rían.
7. Depresión y culpa
Muchos padres sacrifican cosas por sus hijos. Pero un padre que recuerda constantemente a su hijo lo que hace por él puede provocar sentimientos de culpa y depresión. El niño comienza a sentir que es un problema y que no merece lo que tiene, tanto si se trata de su educación, una buena casa o la ropa que llevan puesta. Este sentimiento de ser indigno puede seguir al niño en su vida adulta.
8. Supresión de las emociones
Cuando un padre muestra falta de sensibilidad o esconde sus emociones, el niño a menudo imitará el comportamiento de su padre. Decirle constantemente a un niño “Deja de llorar” o “Deja de quejarte” puede hacer que piense que sus sentimientos no son válidos. Puede llegar a ser cerrado a los demás y suprimir sus emociones, lo que podrá causarle muchos problemas a lo largo de su vida.
9. Falta de independencia
El hijo de un padre sobreprotector puede llegar a ser irresponsable, inmaduro y carecer de independencia. Mantener a su hijo demasiado cerca y no permitirles que hagan algo divertido o emocionante con sus amigos puede llegar a impedir que hagan algo en el futuro. Se volverá dependiente de los demás, con miedo al cambio e irresponsable cuando se trata de tomar sus propias decisiones en la vida.