Si ha preguntado a mucha gente lo que pensaban acerca de morderse las uñas, probablemente la mayoría de ellos lo describiría como un tic nervioso.
Sin embargo, según una nueva investigación, la ansiedad podría no ser en realidad la fuerza impulsora tras este comportamiento y otros ‘comportamientos repetitivos enfocados en el cuerpo.’
En su lugar, el estudio – publicado en la revista Journal of Behavior Therapy and Experimental Psychiatry – señala con el dedo al … ¿perfeccionismo?
“Creemos que los individuos con estas conductas repetitivas pueden ser perfeccionistas, lo que significa que no son capaces de relajarse y realizar tareas a un ritmo normal”, dijo el autor del estudio, el Dr. Kieron O’Connor. “Por tanto, son propensos a la frustración, la impaciencia y la insatisfacción cuando no alcanzan sus objetivos.”
En otras palabras, no es la ansiedad lo que los mordedores de uñas están tratando de sofocar; si no la frustración.
El estudio
Para llegar a esta conclusión, los investigadores estudiaron a 48 participantes. La mitad de ellos eran personas que participan en conductas repetitivas como morderse las uñas.
Los participantes tenían que rellenar una cantidad de estudios diseñados para probar su comportamiento organizativo y la regulación de sus emociones.
Posteriormente, los mordedores de uñas fueron identificados como perfeccionistas organizativos. Según lo informado por la revista Scientific American, el perfeccionismo de organización se caracteriza por una tendencia a la sobre-planificación, el exceso de trabajo y sentirse frustrados por la falta de actividad.
Morderse las uñas ayuda a los perfeccionistas a sentirse menos frustrados en el presente. Como era de esperar, ayuda a liberar parte de esa energía reprimida.
Sin embargo, esta satisfacción no dura mucho tiempo ya que es rápidamente reemplazada por el dolor y, potencialmente, por vergüenza.
Impacto potencial del estudio
Mientras que morderse las uñas puede parecer una actividad relativamente inofensiva, en realidad tiene el potencial de causar algo de daño a largo plazo.
De acuerdo con WebMD, morderse las uñas puede conducir a infecciones, dientes debilitados y vergüenza inducida por la deformación de las uñas.
Esos riesgos, junto con la prevalencia de morderse las uñas, se han convertido en un objetivo prioritario para los psicoterapeutas, que tratan de ayudar a sus pacientes a ir más allá de la conducta.
Este nuevo estudio tiene el potencial de ayudar a los terapeutas a comprender mejor a sus pacientes y lo que causa su comportamiento.
“Estos hallazgos sugieren que los individuos que sufren de comportamientos repetitivos enfocados al cuerpo, podrían beneficiarse de los tratamientos diseñados para reducir la frustración y el aburrimiento y modificar las creencias perfeccionistas”, dijo Sarah Roberts, una de las autoras de estudios adicionales.
¿Con qué frecuencia se muerde las uñas? ¿Se considera un perfeccionista?
Aquí hay unas cuantas señales de perfeccionismo:
- Piensa en términos de muy ‘todo o nada’, ‘blanco o negro’.
- Es muy duro consigo mismo.
- Cuando no logra una meta, se deprime.
- Incluso cuando alcanza una meta, el éxito no es suficiente para hacerle feliz.
- Nunca inicia un proyecto hasta el momento ‘correcto’ – que a menudo no parece llegar.
La buena noticia es que, cuando se gestiona correctamente, el perfeccionismo puede realmente hacer que una persona con talento sea increíblemente impulsada.