Así que has decidido tomar el control de tu dieta y tratar de vivir una vida más sana, pero simplemente no puedes resistirte a los refrescos. En tu mente, tratas de racionalizar la decisión y decides que puedes seguir bebiendo si cambias los refrescos normales por refrescos «light» en su lugar. Es una elección que millones de personas hacen todos los años, porque los inteligentes departamentos de marketing de las grandes empresas de refrescos nos convencen de que el cambio a lo «light» es una alternativa perfectamente sana.
¡La realidad es que estas afirmaciones son simplemente falsas! La mayoría de fabricantes de refrescos utilizan un edulcorante artificial, llamado aspartamo, para sustituir al azúcar. Un nuevo estudio realizado por la Universidad de Iowa, ha demostrado que este producto químico está relacionado con un mayor riesgo de enfermedades del corazón.
Los peligros de beber refrescos «light»
El estudio, dirigido por el Dr. Ankur Vyas, es uno de los más completos de su categoría con casi 60.000 mujeres participando durante más de nueve años. Conocido como Women’s Health Initiative Observational Study, la investigación encontró que las participantes que bebían dos o más latas de refrescos «light» al día tenían 30% más de probabilidades de tener un accidente cardiovascular (por ejemplo, ataque cardíaco) y un 50% más de probabilidades de morir de una enfermedad del corazón – frente a las que no bebieron ninguna.
«Este es uno de los mayores estudios sobre este tema, y nuestros hallazgos son consistentes con algunos datos anteriores, especialmente los que relacionan las bebidas «light» con el síndrome metabólico«, dijo el Dr. Ankur Vyas. Dada la escala del estudio los resultados podrían llegar a ser muy significativos para la salud pública en general.
Las 59,614 participantes fueron divididas en cuatro grupos por parte del equipo de investigación: las que tomaban dos o más bebidas «light» al día, entre cinco y siete bebidas a la semana, de una a cuatro bebidas por semana, y de cero a tres bebidas al mes.
Después de casi nueve años, se analizaron los registros de salud de cada mujer y los resultados fueron que la enfermedad cardíaca coronaria, insuficiencia cardíaca congestiva, infarto de miocardio, revascularización coronaria, apoplejía isquémica, enfermedad arterial periférica y muerte cardiovascular, se produjeron en el 8,5% de las mujeres que consumían dos o más bebidas «light» al día en comparación con el 6,9% de las que tomaban de cinco a siete bebidas a la semana; 6,8% en las que bebían de una a cuatro por semana; y 7,2% en el grupo de cero a tres por mes.
Los resultados, aparentemente, no parecen encajar con la hipótesis de que el aspartamo era una de las principales causas de enfermedades del corazón. Sin embargo, los registros mostraron que, junto con la tasa ligeramente mayor de problemas de salud relacionados con el corazón, las mujeres del grupo que tomaban dos o más bebidas al día, en promedio, eran significativamente más jóvenes que las mujeres en los otros grupos, es decir, los refrescos «light» estaban generando problemas de salud a un ritmo acelerado. Las mujeres en este grupo también tenían un IMC promedio de los más altos y la tasa de diabetes y presión arterial más altas que la media.
A pesar de la escala del estudio, no se puede obtener ninguna conclusión oficial, pero las señales iniciales son preocupantes. «Sobre la base de estos y otros hallazgos, tenemos la responsabilidad de hacer más investigaciones para ver lo que está pasando y definir con más precisión la relación«, explicó el Dr. Vyas. «Esto podría tener importantes implicaciones para la salud pública.»
Se han encargado más proyectos de investigación desde la publicación de estos resultados por parte de la Universidad de Iowa, con el fin de deducir la magnitud de los problemas que el aspartame puede causar. Sin embargo, mientras tanto, el consejo es reducir o eliminar las bebidas gaseosas de tu vida cotidiana.
El dinero inyectado en la fabricación de refrescos «light» les hace aparecer como una alternativa saludable, lo que es una prueba más de que muchas grandes empresas están mucho más preocupadas por llenarse los bolsillos que por beneficiar a los consumidores. Cuando se trata de las cosas que comes y bebes, asegúrate de que sabes exactamente lo que estás poniendo en tu cuerpo.