«El Alzheimer es la forma más común de demencia, un término general para la pérdida de memoria y otras capacidades cognitivas lo suficientemente graves como para interferir con la vida diaria. La enfermedad de Alzheimer es responsable del 60 al 80 por ciento de los casos de demencia«. alz.org
Antes de que entremos en la forma en que las grandes cantidades de azúcar en la dieta de una persona pueden contribuir a la enfermedad de Alzheimer, he aquí algunas estadísticas y datos básicos sobre la enfermedad de Alzheimer de alz.org:
- Se cree que en todo el mundo hay 46,8 millones de personas que viven con la enfermedad de Alzheimer u otras demencias.
- Para el 2030, si no se dan descubrimientos novedosos, veremos un aumento, alcanzando casi los 74,7 millones.
- Desde el año 2000, las muertes por la enfermedad han aumentado un 89%.
- Cada 3,2 segundos, un nuevo caso de demencia ocurre en algún lugar del mundo.
ASÍ ES COMO EL AZÚCAR PUEDE CONTRIBUIR A LA ENFERMEDAD DE ALZHEIMER:
Algunos científicos incluso se han referido al Alzheimer como «diabetes tipo 3» debido a cómo la resistencia a la insulina parece jugar un papel en la enfermedad. La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune y la diabetes tipo 2 puede ser causada por la dieta. Los científicos han descubierto que el Alzheimer también puede ser causado por una dieta azucarada, pero no siempre es así.
Un estudio longitudinal, publicado hace unas semanas en la revista Diabetologia, dio seguimiento a 5,189 personas en el transcurso de 10 años y encontró que las personas con alto nivel de azúcar en la sangre (aunque no necesariamente diabéticas) tenían una tasa más rápida de declive cognitivo que las que tenían un nivel normal de azúcar en la sangre.
Otra revisión de los estudios realizados por Melissa Schilling, profesora de la Universidad de Nueva York, mostró dos tendencias diferentes. En primer lugar, las personas que tienen diabetes tipo 2 tienen el doble de probabilidades de padecer Alzheimer y, en segundo lugar, las personas con diabetes que se someten a un tratamiento de insulina también tienen un riesgo elevado de desarrollar la enfermedad. Estas dos tendencias sugieren que los altos niveles de insulina son un factor de riesgo definitivo en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.
Sin embargo, las personas con diabetes tipo 1, que no producen insulina, también tienen un alto riesgo de contraer Alzheimer. Schilling cree que esto sucede debido a la falta de una enzima que degrada la insulina, que ayuda a descomponer tanto la insulina como las proteínas amiloides en el cerebro. Estas son las mismas proteínas que se encuentran en grandes cantidades en las personas con Alzheimer.
Las personas que no producen suficiente insulina, como las que tienen diabetes tipo 1, tampoco producen suficiente cantidad de la enzima que ayuda a descomponer esa insulina. Sin embargo, en el extremo opuesto del espectro, las personas que tienen demasiada insulina no tienen suficiente de la enzima que degrada la insulina que queda para romper las proteínas amiloides, ya que la mayor parte se utiliza para descomponer el exceso de insulina.
Según Schilling, esto puede suceder incluso a personas que se consideran prediabéticas. Rosebud Roberts, profesora de epidemiología y neurología de la Clínica Mayo, estuvo de acuerdo con el análisis de Schillings en un estudio realizado en 2012 en el que Roberts clasificó a cerca de 1,000 personas en cuatro grupos diferentes según su dieta. El grupo cuya dieta provenía principalmente de carbohidratos tenía una probabilidad 80 por ciento más alta de desarrollar deterioro cognitivo leve, lo que podría llevar a la demencia, que los que tenían la menor cantidad de carbohidratos.
Roberts dijo que las personas con diabetes tipo 1 que tienen episodios hipoglucémicos son por lo general las únicas en riesgo. Sin embargo, advirtió que todos deben tener cuidado con su azúcar, incluso si no tienen diabetes. «El hecho de que no tenga diabetes tipo 2 no significa que pueda comer los carbohidratos que quiera«, apuntó. «Especialmente si no estás activo.» Nuestra dieta, añadió, es «un gran factor para mantener el control de nuestro destino«.
Pensamientos finales:
Dicho esto, la dieta no es el único factor que contribuye al Alzheimer. Sin embargo, la dieta es una cosa sobre la que tenemos control, a diferencia de nuestra genética. Es por eso que es importante llevar una dieta saludable y balanceada a partir de una edad temprana, y tener un régimen regular de ejercicio, el cual ayuda a su cuerpo a procesar la insulina de manera más efectiva. La investigación está en curso sobre el papel que juega el azúcar en el desarrollo del Alzheimer, pero los estudios anteriores deben ayudar a todos a tomar una decisión informada sobre la cantidad de azúcar que deben incluir en su dieta. Recuerde que usted es responsable de su salud, y las decisiones que tome hoy tienen implicaciones duraderas para su bienestar futuro.