1. Agua caliente
Tome una taza de agua caliente 2 a 3 veces al día. El agua ayudará a disolver la mucosidad acumulada en su tracto respiratorio y proporcionará un poco de alivio.
2. Gárgaras de agua salada
Tomar un vaso de agua caliente y añadirle una cucharada de sal. Haga gárgaras con ella durante 1 a 2 minutos, de 3 a 4 veces al día. El agua salada aflojará la flema y aliviará la tos. Si usted siente que la flema se queda en su garganta, es mejor escupirla en lugar de tragarla. La flema puede contener bacterias y suciedad que ralentizarán su recuperación si usted la ingiere. Cuando escupa la flema, asegúrese de hacerlo higiénicamente para evitar transferir su enfermedad a las personas que le rodean.
3. Zumo de limón caliente con miel
La miel es un descongestionante natural y la vitamina C presente en el limón ayudará a aumentar su inmunidad. Tomar esta mezcla ayudará a prevenir la diseminación de una infección bacteriana en la garganta y los pulmones y aflojará la mucosidad acumulada en el pecho. Tome un vaso de agua caliente, agregue una cucharada de zumo de limón y una cucharada de miel, y beba esta mezcla de 2 a 3 veces al día.
4. Té de jengibre
El jengibre ayuda a reducir la inflamación en su tracto respiratorio y reduce la acumulación de mucosidad. Usted puede masticar el jengibre en su forma cruda, o puede triturar algunos trozos de jengibre, hervirlo en agua durante 10 minutos y tomarlo de 2 a 3 veces al día. Puedes añadir miel para obtener mejores resultados.
5. Inhalación de vapor con aceite de eucalipto
Tomar respiraciones profundas e inhalar vapor le dará alivio a la congestión nasal y aliviará la congestión en el pecho. Añadir unas pocas gotas de aceite de eucalipto al agua caliente e inhalar el vapor proporcionará mejores resultados, ya que el aceite de eucalipto tiene propiedades analgésicas y antibacterianas. Tomar una ducha caliente e inhalar el vapor profundamente en sus pulmones también le ayudará. Usted debe usar un humidificador en su habitación cuando duerme para evitar que sus vías respiratorias se sequen.
6. Perejil
La masticación de unas cuantas hojas de perejil afloja el moco en la garganta y los pulmones para que se pueda extraer fácilmente. También ayudará a aliviar el dolor torácico causado por la congestión.
7. Leche con cúrcuma, miel y pimienta negra
Una mezcla de leche, cúrcuma, miel y pimienta negra puede tratar el resfriado y los problemas torácicos causados por la infección. La cúrcuma tiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias. La pimienta negra ayuda a aumentar la biodisponibilidad de la cúrcuma, por lo que hacen una gran combinación. Hierva un vaso de leche, agregue una cucharadita de cúrcuma molida, una cucharadita de pimienta negra molida y una cucharadita de miel, mezcle y bébala 2 veces al día.
8. Zumo de cebolla con miel
La cebolla contiene azufre y quercetina que previenen la acumulación de mucosidad y alivian la congestión y el dolor. También tiene propiedades antibacterianas que ayudan a prevenir la propagación de la infección. Triturar un trozo de cebolla y obtener el zumo. Tome una cucharada de zumo de cebolla, agregue unas gotas de miel y tómelo de 2 a 3 veces al día.
9. Café Negro
El café negro se puede utilizar como un alivio temporal. Reduce los síntomas de enfermedades similares al asma y ayuda a las vías respiratorias disolviendo el moco. No exceda de 2 tazas de café caliente por día, ya que demasiada cafeína no es buena para su salud y puede mantenerlo despierto por la noche.
10. Regaliz
El regaliz es un expectorante natural, lo que significa que ayuda a sacar el moco de su tracto respiratorio y ayuda a expulsarlo de su sistema. También reduce la inflamación de las vías respiratorias y alivia la irritación de la garganta. Tomar un pedazo de regaliz, hervirlo en agua caliente durante 5 minutos y tomarlo de 2 a 3 veces al día.
Los remedios caseros son ideales para aliviar los síntomas de la congestión torácica, pero si usted está sufriendo de una infección grave de las vías respiratorias inferiores, debe consultar a un médico. Las infecciones virales pueden durar mucho más tiempo que las infecciones bacterianas y obtener ayuda de un profesional médico puede ayudarle a recuperarse más rápido. Manténgase abrigado, beba abundantes líquidos y descanse adecuadamente cuando esté en camino hacia la recuperación de las infecciones torácicas.