La desintoxicación es sin duda una palabra de moda en los círculos de salud, pues todo el mundo parece estar a la búsqueda de la última estrategia de desintoxicación para eliminar los venenos dañinos que se han acumulado en su fisiología con el tiempo. Estos programas de desintoxicación a menudo incluyen ayunos de agua, zumos limpiadores, kits de hierbas, y otros.
Una parte muy importante del cuerpo que muchos no tienen en cuenta cuando se busca eliminar estas toxinas es su sistema linfático. Este sistema es un complejo sistema de drenaje que consta de glándulas, ganglios linfáticos, el bazo, el timo y las amígdalas. Su función principal es limpiar nuestras células mediante la absorción del exceso de líquidos, grasas y toxinas de los tejidos para que puedan ser transportados por la sangre sin causar daño fuera del cuerpo a través del hígado y los riñones.
Por desgracia, al igual que muchas otras áreas de nuestro cuerpo, el sistema linfático a veces es severamente comprometido principalmente a través de una carga tóxica que se ha acumulado, y que no ha sido eliminada a través de este “sistema de aguas residuales”. Esto puede ocurrir por varias razones, y cuando se produce la obstrucción de estos drenajes, la acción de limpieza de todo el sistema se convierte en una charca estancada.
Síntomas de un sistema linfático obstruido
Aparte de bultos inexplicables en diversas partes del sistema linfático (como el cuello y las axilas), ¿Cuáles son los síntomas que es posible esperar cuando se tiene un sistema linfático ineficaz? Aquí están algunos de los principales síntomas:
- Dolores de cabeza
- Fatiga cronica
- Exceso de peso o celulitis
- Afecciones de la piel
- Artritis
- Heridas inexplicables
- Infecciones de seno
- Desórdenes digestivos
Afortunadamente, conseguir el movimiento del sistema y romper la congestión no es especialmente complicado, aunque cuando se hace, algunas personas pueden sentir náuseas debido a las toxinas que se están movilizando en su sistema por los órganos de desintoxicación para ser eliminadas. Puesto que un sistema linfático comprometido a menudo indicará un hígado enfermo, así, es necesario tener cuidado con la rapidez con que se intenta limpiar este importante sistema, ya que se basará en el hígado como parte del proceso de desintoxicación.
La cosa más fácil y más sencilla que se puede hacer en principio es ejercicio ligero, con especial atención en el uso de un reboteador (mini-trampolín) durante 5-10 minutos al día. Dado que el sistema linfático no tiene su propia bomba (como el corazón) tiene que ser preparado de forma manual y el rebote es una de las maneras más fáciles y eficaces para conseguir que se ponga en marcha.
Además del ejercicio, también se pueden mirar tratamientos alternativos, así, como masaje, acupuntura y quiropráctica. Cada una de estas especialidades ayudará a movilizar y abrir vías para apoyar al sistema linfático en el proceso de limpieza, pero sin causar estrés al sistema, ya que inicialmente podría estar gestionando una carga pesada de toxinas.
Por supuesto, hay otras maneras de limpiar este sistema con eficacia, incluidas la alimentación, plantas y hierbas, agua, terapia de ducha, ejercicios de respiración, y evitar las cosas que ejercen presión sobre el sistema linfático.