Tu teléfono podría estar afectando negativamente a tu salud sin que te des cuenta

Tu teléfono podría estar afectando negativamente a tu salud sin que te des cuenta

La industria del teléfono móvil/celular o smartphone es la industria de mayor crecimiento hoy en día. Cada día la industria viene con nuevos y avanzados modelos de teléfonos que la mayoría de nosotros estamos tentados a comprarlos.

Además del hecho de que los teléfonos ayudan a simplificar y mejorar la comunicación, ¿sabía usted que puede haber una posibilidad de que esté afectando negativamente a su salud?

Unas pocas autoridades sanitarias nacionales e internacionales, entre ellas la Organización Mundial de la Salud (OMS), han declarado que no hay evidencia científica establecida de que el uso de teléfonos móviles cause algún efecto en la salud. Sin embargo, la posibilidad de daños no puede descartarse por completo.

El Instituto Nacional del Cáncer (National Cancer Institute) de EE.UU. afirma que hay tres razones por las cuales a la gente le preocupa que los teléfonos puedan representar una amenaza para la salud.

  • Los teléfonos emiten energía de radiofrecuencia (RF), una forma de radiación no ionizante, desde sus antenas. Los tejidos cercanos a la antena absorben esta energía.
  • Ha habido un aumento en el número de usuarios de teléfonos móviles. Se estima que en todo el mundo hay 4.800 millones de teléfonos móviles
  • El número de llamadas, la duración de las llamadas y el tiempo que la gente usa los smartphones han aumentado drásticamente.

¿Qué es la energía de radiofrecuencia (RF)?

La energía de radiofrecuencia (RF) es una forma de radiación electromagnética. La radiación electromagnética puede ser de dos tipos: radiaciones ionizantes y radiaciones no ionizantes.

Las radiaciones ionizantes incluyen rayos X, radón y rayos cósmicos. Se sabe que la exposición a estos rayos como las radiografías aumenta el riesgo de cáncer.

Las radiaciones no ionizantes incluyen radiofrecuencia y frecuencia extremadamente baja o frecuencia de potencia. Estas tienen bajas frecuencias y baja energía. Aunque hay estudios que han examinado los posibles efectos sobre la salud de las radiaciones no ionizantes de hornos de microondas, teléfonos celulares y otras fuentes, no hay evidencia consistente que demuestre que estas radiaciones incrementan el riesgo de cáncer.

El único efecto consistentemente reconocido de la energía de RF es el calentamiento.

¿Cómo se expone a las personas?

Los teléfonos móviles funcionan enviando señales a (y recibiendo desde) estaciones base cercanas usando ondas de RF. Las ondas de RF en un teléfono móvil provienen de su antena. Las ondas son más fuertes en la antena y rápidamente pierden energía a medida que se alejan de ella.

Los teléfonos celulares son usualmente presionados contra el lado de la cabeza cuando los usamos. Los tejidos del cuerpo más cercanos al teléfono absorben más energía que las otras partes.

Los siguientes factores afectan la cantidad de energía RF a la que una persona está expuesta.

  • La cantidad de tiempo que una persona usa el teléfono.
  • La forma en que la persona usa el teléfono. Por ejemplo, si el teléfono está en el modo de altavoz o manos libres, el teléfono se mantiene alejado de la cabeza.
  • La distancia entre el teléfono y una torre de telefonía celular. Si el teléfono está más cerca de una torre de teléfonos celulares, hay buena señal. Sin embargo, si la torre de telefonía celular está ubicada lejos del teléfono celular, entonces se requiere más energía para proporcionar una buena señal.
  • La cantidad de tráfico de teléfonos móviles en un área. Un mayor tráfico significa que el teléfono celular requiere más energía para proporcionar una buena señal.
  • El modelo del teléfono también afecta a la cantidad de energía RF a la que una persona está expuesta, ya que los diferentes teléfonos emiten diferentes cantidades de energía.

Riesgos para la salud con los teléfonos móviles

1. Teléfonos móviles y cáncer

La mayoría de nosotros creemos que el uso de teléfonos móviles puede aumentar el riesgo de cáncer. Sin embargo, no hay evidencia científica consistente que apoye esta creencia. Como se mencionó anteriormente, el calentamiento de tejidos es el único efecto consistente del uso de teléfonos celulares.

En las frecuencias que usan los teléfonos, el calentamiento es absorbido por la piel o los tejidos superficiales, resultando en un aumento insignificante de la temperatura en el cerebro o cualquier otro órgano.

La Administración de Drogas y Alimentos de los EE. UU. también afirma que no hay evidencia sustancial que vincule el uso del teléfono móvil con el cáncer y por lo tanto no podemos llegar a ninguna conclusión a menos que se lleve a cabo más investigación.

2. Teléfonos móviles y gérmenes

Los teléfonos móviles son el hogar de los gérmenes si los usamos cuando nuestras manos están sucias. Una investigación ha encontrado que uno de cada seis teléfonos celulares está contaminado con algún tipo de materia fecal, probablemente porque sus dueños no se lavaron las manos con jabón después de usar el baño. Se encontró que algunos de los teléfonos albergaban la bacteria E. coli de origen fecal. Si se ingiere en el cuerpo, E. coli puede causar fiebre, vómito y diarrea.

Otro estudio encontró la presencia de Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA) en los teléfonos móviles. Las infecciones por estafilococos pueden convertirse en abscesos profundos y dolorosos.

De estos estudios podemos concluir que debemos mantener nuestras manos limpias en todo momento. Si nuestras manos están sucias las mismas serán pasadas a los objetos que tocamos.

3. Teléfonos celulares y accidentes

Sólo en los Estados Unidos, cada día más de 8 personas mueren y 1,161 son lesionadas en accidentes que involucran a un conductor distraído.

Conducir distraído es conducir mientras hace alguna otra actividad que le quita la atención. Enviar mensajes de texto, hablar por teléfono, comer y otras actividades son responsables de la conducción distraída. Los estudios también han encontrado que las personas que usan un teléfono móvil tuvieron reacciones de frenado retardadas y estuvieron involucradas en más accidentes de tráfico que cuando no hablaban por teléfono. La conducción distraída es perjudicial tanto para el conductor como para los peatones.

4. Teléfonos móviles y estrés ocular

La pantalla pequeña y su luz brillante pueden generar tensión ocular. Los ojos utilizan más músculos para adaptarse a las diferentes iluminaciones de la pantalla y en torno a ella. Es cuando sientes que te duelen los ojos. Aquellos que usan teléfonos móviles también pueden tener el hábito de sostenerlos demasiado cerca de los ojos, lo cual también puede aumentar el cansancio ocular.

Mantener una distancia adecuada entre los ojos y el teléfono y aumentar el tamaño de la fuente puede ayudar a reducir el cansancio ocular. También, use la regla 20-20-20. Tome un descanso de 20 segundos de su teléfono cada 20 minutos y concéntrese en algo por lo menos a 20 pies (6 metros) de distancia.

Prevenir es mejor que curar, así que empecemos a tener el hábito de evitar los teléfonos móviles cuando hay teléfonos alámbricos disponibles, enviar mensajes de texto en lugar de hacer una llamada de voz, limitar la duración de las llamadas y realizar estas llamadas donde la recepción es buena.

Fuente: Cure Joy



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